Silvana Cominetti, Presidenta del Directorio de UDALBA: “Queremos ser cada vez más interesantes y atractivos para nuestros estudiantes”

Silvana Cominetti  Cotti-Cometti, Presidenta del Directorio de Universidad UDALBA, recuerda ese difícil 8 de noviembre de 2019. Cinco días antes de que la CNA decidiera que nuestra casa de estudios no sería acreditada, entró una turba a la Casa Central -ubicada en Vicuña Mackenna, casi al llegar a Plaza Italia-, y la incendió por completo.

Afortunadamente, ya habían trasladado la información fundamental de la universidad: las carpetas físicas de los estudiantes y documentación relevante. Lo hicieron pensando en  un robo, pero jamás pensaron en que pudiera ser quemada.

“Y ese viernes ya estábamos cada uno en nuestras casas. Se había dado la orden de retirarse más temprano, porque obviamente a partir de las 4 de la tarde no se podía caminar por Vicuña Mackenna en ese tiempo. Nos llamaron avisando que había entrado una turba y que se veía un poquitito de humo. Decidimos movilizarnos, y a medida que nos acercábamos a la universidad, escuchábamos las noticias y nos íbamos enterando que ya se había transformado en un incendio de proporciones. Cuando llegamos, estaba totalmente incendiada. Se hacía de noche y afuera estaba lleno de gente, siendo muy difícil acercarse”.

-Qué angustiante debe haber sido ese trayecto desde su casa hasta la universidad.

“Fue tremenda esa sensación de no poder hacer nada y ver que se estaba destruyendo todo. Ha sido uno de los momentos difíciles que me ha tocado en la vida. Y sentir esa responsabilidad de ¿qué hacemos mañana? Eso fue el viernes en la noche. Nos dieron las 3 o 4 de la mañana. Pero, al día siguiente, nos reunimos los funcionarios y los académicos, y nos organizamos para que el lunes siguieran las clases en los Campus Huérfanos y República. Finalmente, el semestre se terminó con un desfase de una semana, siendo que otras universidades terminaron con desfases mucho mayores, incluso algunas finalizaron sus actividades en marzo del año siguiente.

-Tuvieron esa capacidad de reacción.

“Una capacidad de reacción increíble y con una gran disponibilidad de parte de todos. Ahora, obviamente existía el temor de las personas que trabajaban en la Casa Central a quedarse sin trabajo, lo cual no ocurrió, porque así, como si se movilizaron las clases también se readecuaron las personas. Obviamente no en las condiciones ideales, pero todas fueron teniendo su oficina, a veces oficinas compartidas, pero se logró también reubicar a todos los funcionarios en Huérfanos en república. Después siguieron atacando el edificio donde estaba la clínica odontológica, pero también se habían retirado todos los sillones dentales. Posteriormente asaltaron otras dependencias, como la Secretaría General y la Vicerrectoría Académica, pero ya nos habíamos ido a Huérfanos y a República. La infraestructura la arrendábamos al Comité Olímpico de Chile, lo que simplificó la situación, en el sentido que no tuvimos esa carga.

En cambio, sí teníamos una preocupación respecto de la Acreditación, pues podía considerarse que esta catástrofe podría afectar la sostenibilidad de la Universidad. Para aclarar esta situación se envió una carta a la CNA aclarando la situación de arriendo de edificios e informando de las medidas que se habían tomado para seguir con las actividades académicas. Así, rápidamente llegó el miércoles 13 de noviembre y nos informaron que la Universidad no había acreditado. Fue un duro golpe para todos, pues no lo esperábamos”.

Sólo meses antes, el 15 de abril de 2019 había asumido el rector Rafael Rosell Aiquel, al igual que los nuevos miembros del directorio de la Institución. Los antiguos controladores entregaron el 6 de agosto del año 2020 la organización de la Institución a un equipo de académicos que se incorporaron a la asamblea de asociados, saliendo de ella todos quienes la conformaban a la fecha. Estos nuevos asociados poseen vasta experiencia y alta competencia en las diversas materias inherentes a la conducción de la Universidad. De esta forma, la organización y administración de esta UDALBA está en manos de la Corporación UDALBA, organización sin fines de lucro.

“El cambio de socios sostenedores a socios organizadores, genera un cambio muy fuerte en todo lo que es el corazón del proyecto universitario. Las acciones que se fueron emprendiendo fueron realizadas muy de la mano con el Superintendente de Educación Superior de la época y con el Subsecretario de Educación Superior del MINEDUC, a quienes estamos muy agradecidos porque comprendieron el proyecto y confiaron en quienes lo estábamos llevando adelante. Nosotros les pudimos transmitir que éramos un grupo tremendamente comprometido con el proyecto universitario, que no íbamos a dejar botada a la universidad, que tomábamos un compromiso de manera seria, responsable y sabia. Creo que somos un equipo sabio y de alto compromiso y alto nivel ético y moral, además del académico. Y conformamos un equipo donde no hay espacio para egoísmos o envidias, sino que se da una relación de confianza y generosidad, con el proyecto universitario UDALBA siempre por delante en todo tipo de decisiones. Este es un equipo que avanza de manera muy unida y tomamos las decisiones consensuadas en un grupo muy cohesionado. Cuando se han hecho todos los análisis necesarios, se han analizado las alternativas y se ha hecho una reflexión profunda, llegas al consenso de que esa es la mejor decisión, lo cual es distinto a tomar una decisión de forma democrática”.

La Presidenta del Directorio dice que “no habría motivo para que no nos acreditaran” y que, cuando nos acreditemos, “ese mismo día hay que pensar en la acreditación siguiente. Porque esto no se detiene. El proceso de la gestión de la calidad no termina nunca”. Y agrega: “Dentro de los procesos de gestión de calidad está también la acreditación, pero no solamente la acreditación. Es un proceso de mejora continua. Y en ese proceso de mejora continua, en algún momento de tu vida vienen a sacarte una foto”.

Como a todos, dice Silvana Cominetti, nos golpeó la pandemia, pero destaca especialmente el que los colaboradores de UDALBA voluntariamente redujeron sus sueldos entre un 5% y un 15%. Ese dinero se destinó a la compra de notebooks y módems de banda ancha móvil para que los alumnos tuviesen conectividad.

“Fue impactante porque esto fue una reducción voluntaria en un momento en que obviamente todas las personas estaban con sus propios problemas y temores, entonces sentir esa solidaridad de parte de toda la comunidad universitaria, fue tremendamente esperanzador. Fue corroborar que realmente el proyecto es mucho más que una sala de clases e ir y dar las clases, es que hay una fuerte mística. Estas mismas dificultades que ha tenido sostenidamente la universidad, han hecho también que exista esta solidaridad y que se genere esta mística. Y saber que los recursos iban realmente en ayuda de los estudiantes, era totalmente transparente eso, también  hace que haya una confianza, no solamente la solidaridad, sino una confianza en que lo que realmente lo que se dijo, se hizo: nuestros estudiantes tuvieron sus computadores y sus bandas anchas móviles y pudieron sostener las clases a distancia, que era la urgencia y la emergencia primaria; que todos pudieran conectarse, no era simple”.

-Me imagino que también está muy satisfecha con el ranking que se publicó hace unas semanas (Según mifuturo.cl se ubicó en el segundo lugar de matrículas nuevas y en el 5to lugar de matrícula total).

“A ver. Yo siempre quiero más (sonríe). Hay dos tipos de ranking. Unos son de crecimiento en las matrículas de alumnos nuevos. Esa variación, ese número, indica que ha crecido la confianza en la institución, cuántos más alumnos te eligen en las condiciones que estábamos, que en los medios aparecíamos como una universidad que había sido quemada, que daba la impresión que había desaparecido porque se decía “la universidad se quemó; ergo, desapareció”. Por lo tanto tú podías encontrarte con una disminución y no con un aumento de matrícula. Además, se genera el cambio de nombre. Eso también  produce una gran incógnita en relación a cuántas personas creen en este proyecto que aparece como “nuevo”, pero que en realidad no lo es, sino que es la prosecución de un proyecto existente, que tiene nuevos aires, que tiene un nuevo nombre, nuevas instalaciones, pero que sigue teniendo toda una historia. Entonces, verificar que ese crecimiento en la matrícula nueva fue positivo, tiene todo este sentido de decir ‘mira, estamos haciendo bien las cosas’.

Por otra parte, tener un ranking de aumento en la matrícula total, es aún más importante, porque te está indicando que las personas que están adentro, que nos conocen y son parte de la institución, creen en ella y deciden seguir siendo parte de esta. Está indicando que no sólo desde afuera te están viendo bien, sino que desde adentro estamos mejorando las condiciones para que permanezcamos en la universidad y no decidamos salirnos. Me gusta mirar los rankings en ese sentido y no como número, no como una competencia de uno mejor que otro, sino de qué significa para nosotros, por eso te digo que nunca estoy contenta, yo quiero que esto sea más, que la retención sea mayor, que seamos cada vez más interesantes y atractivos para nuestros estudiantes y para los nuevos estudiantes.

Luego vienen los indicadores de empleabilidad y eso habla la responsabilidad que tenemos de formar a nuestros estudiantes y entregarles una profesión que les permite desarrollarse en el mundo laboral. El estar en una posición muy buena, en algunas carreras sobre todo, también te deja bastante tranquila y obviamente en aquella otras carreras que no se encuentran en esos niveles, tenemos que trabajar muchísimo para que logremos mejores ranking de empleabilidad”.

Claro que la empleabilidad no es la única forma de medición, dice Silvana, porque “la universidad entrega una formación general que también posibilita que un egresado nuestro tome un camino alternativo y que, gracias a la formación disciplinar y a la formación ética e integral que recibió de nuestra universidad, pueda hacer un camino que le entregue la felicidad en su vida y eso es lo que finalmente uno tiene tratar de lograr en su vida, ser feliz, tú, tu familia, tus cercanos, la sociedad. Tienes que trabajar por la felicidad. Si hubiese un indicador que midiera  la felicidad que nuestros titulados logran, que nuestros titulados tienen y logran generar en su entorno, ese sería un indicador magnífico”.

-Para la próxima acreditación, que sería con la nueva ley, es súper importante el área de investigación. La universidad ya está dando sus primeros pasos en esa área…

“Sí, los procesos de avance en el área de investigación son muy lentos y muy caros y eso hay que tenerlo muy clarito: no vamos a llegar de un día para otro a ser top en investigación en los niveles de ranking internacionales, pero tienes que construir las bases. Hoy en UDALBA hay muy buenas bases que nos permitirán avanzar de la manera más rápida posible y dentro de los recursos que tenga la institución. En ese sentido, yo creo que se está caminando por un camino adecuado y que en 3 años más vamos a poder mostrar una situación bastante firme en cuanto al desarrollo de la investigación de la universidad. Eso es uno de los objetivos del plan estratégico institucional.

-Volviendo al comienzo de la entrevista, ¿Usted pensó que la universidad se iba a levantar tan rápido?

“¿Sabes lo que pasa? Es que la confianza en el equipo es algo fundamental para poder tener la esperanza en que el proyecto va a resultar. No fue fácil. Hubo momentos muy difíciles que una persona sola no los podría haber resistido, pero un equipo cohesionado de personas que están caminando todos en equipo, sí. Y no me refiero solamente a los miembros del directorio y de la asamblea de socios, sino que también a toda la comunidad universitaria, donde sientes que están todos con altos niveles de compromiso para que el proyecto funcione; no tienes por qué estar temeroso. Ocurrieron muchas cosas, incendios, pandemias, dificultades varias, pero es un proyecto que tiene las bases firmes porque está basado en personas de alta calidad”.

-¿Desde ese punto de vista, los 4 sellos de calidad ISO que recibió la institución no fueron una sorpresa para usted entonces?

“Es una alegría, pero la sorpresa fue que haya resultado tan rápido, porque en general son procesos complejos, lentos, difíciles y que requieren mucho esfuerzo, entonces que salieran los 4 tan rápido, claro que fue una sorpresa, no así el que fueran aprobados”.

-Y es un gran indicador para la acreditación, ¿no?

“Por supuesto, y las certificaciones de carreras también. Tenemos el 70% de los estudiantes en carreras certificadas por agencias de acreditación externas. Que hayan sido certificadas es un elemento que va a apoyar a nuestra acreditación, porque estamos mostrando que somos una institución que se presenta a sistemas de certificación y acreditación externos y le va bien”.